Charly García y Luis A. Spinetta

Dos genios con similar lámpara musical.

TOTAL INTERFERENCIA

Por: Franz Aguilera

Hace algunos años, fuimos invadidos por dos potencias que revolucionaron el rock en castellano. Todo tiene su principio, pero no siempre su final.

Para algunos los 60s y 70s fueron la Belle Époque del rock argentino, y precisamente en esos tiempos fue cuando irrumpió en la escena musical, un flaco armado de una guitarra rabiosa, apuntando en la sensibilidad de muchos. Las crónicas detallan que por méritos musicales, seria ascendido y reconocido como el capitán Beto.

Cuenta la historia que uno de los testigos presenciales de aquella movida musical, tenia oído absoluto, sufría de vitiligo y observaba los acontecimientos con sus ojos de vi­deo tape. Este segundo personaje fue armando su particular estrategia, apuntando mas profundo que lo tangible, extendiéndose al inconsciente colectivo. La influencia del capitán Beto echaba sus raíces.

La ejecución de este experimental plan fue devastador, algo nunca visto ni escuchado. Generaciones se verían afectadas por el poder musical de esta segunda invasión. Incluso a través de algunos selectos parlantes, se siguen lanzando ataques ideológicos ocultos en melodiosas sinfonías.

El vampiresco responsable, reconociendo su obra, trató de disfrazarse con un bigote bicolor y unos anteojos de carey, pero ya era demasiado tarde. Los que pudimos reconocerlo, nos volvimos sus aliados. Algunos lo llaman Charly, los íntimos Say No More.

Su demasiado ego no lo posiciona como capitán ni en algún otro rango. Él solo dirige con su música, usando su brazalete SNM. Cabe destacar que nunca deja de mencionar y agradecer la influencia del capitán Beto, el flaco o simplemente Luis Alberto Spinetta. Quien diría que alguna vez estos personajes amenazarían con una producción juntos. Nunca pudo darse, hubiera sido un bombardeo musical de grandes consecuencias conceptuales.

Personalmente pienso que Charly García es inalcanzable, el más grande. Muchos estamos seguros que es inmortal porque su música nunca dejará de sonar, no la podrán parar, yo no tengo dudas...