viernes, 15 de febrero de 2008

Tribulaciones o lamentos por el día de San Valentin (Parte 1)

¿Feliz? San Valentín


Sorry cupido


Por: Franz Aguilera


A Edu no le gusta el día de San Valentín. A fines de Febrero cumple años y cada vez que lo comenta, siempre escucha lo mismo: “Ah eres Piscis, seguro eres romántico y tierno”. Nada mas ligero que clasificar a una persona por su signo. 

Edu no cree en eso, es una locura. Osea que si conoces un intolerante, de seguro es Leo. Ella es susceptible, fijo es Géminis. No pues. Cada uno es diferente. Los perfiles los define el entorno y cada uno se inclina por donde quiere. Cualquiera puede ser romántico/a cuando se lo propone, no solamente los Piscis nacidos en el mes del amor. 

Muchas veces, Edu fue un enamorado ejemplar, otras no. Tuvo relaciones para recordar y otras para olvidar. Algunas veces se porto como una mierda, muchas otras lo hicieron mierda.

14 de Febrero, día polémico. Desde que Edu se despertó, sintió la enorme presión de la fecha. Comprar un regalo particular, ser mas detallista, planear algo romántico, buscar las cyber tarjetas con algo bonito. Todo un trámite. Edu se estresa, suficiente con saludar a todos en el trabajo. Hay que respetar los valores organizacionales, no hay que atentar contra el buen clima laboral.

Nuestro amigo quiso poner de su parte. Buscó unas rosas para enviárselas a su novia durante el día.  Todo estaba al tope. Stock agotados, deliverys full, mala atención por parte de las vendedoras. Una locura. Las páginas webs saturadas. Los pocos establecimientos que lograba contactar, no garantizaban un buen servicio o ya solo quedaban arreglos florales para velorios. “Pero se lo arreglamos para la ocasión” le decían los vendedores.

¡Quizás en los centros comerciales! pensó Edu. Entrando en uno, pudo percibir esa melodía que dice “When a meeeeeeen loves a womaaaaan”. Carajo, música romántica por todos lados. Buscando tiendas, no pudo evitar escuchar el soundtrack de Titanic, canciones de Air Supply y demás similares. Esta jodido así.

Agotados los intentos por comprar flores, Edu ni se planteó la idea de salir a comer algo o ir al cine, demasiado tráfico. Ir a un restaurante, olvídate, el pedido tarda mil horas, se demoran para atenderte y encima la comida no es tan rica como otras veces. Demasiada demanda de comensales romanticones, aturde la cocina del cheff.  Todo tiene que venderse rápido. El servicio es muy malo ese día.

¿Ir al cine? No. Todo lleno. Además, sentarte para ver una película y tener al lado a los infaltables calentones, te distraes con los ruidos lascivos, pierdes atención y así no se disfruta el cine.

Ni hablar si el bendito día te agarra misio. A relucir el lado creativo, buscar un detalle que sea lindo y que cueste poco. Ja. Cuantos se estrellarán con las caras molestas de sus novias, como canta Madonna, material girls.

Quizás pasear no sea mala idea. Edu amaga una sonrisa. No gracias. Parejas por todos lados se hace sofocante. Cansa decir que no a los que ofrecen rosas de plástico, a un sol. Es más, al ver tanta pareja junta, uno no puede evitar recordar las veces que paso San Valentín solo, sin novia. Te miran como bicho raro. Sin pareja no hay paraíso. Esa fecha eres eructado de toda reunión social ¡Tremenda falta! Que tontería.


La verdadera intención de algunos


Los hostales, ni hablar. Todos llenos. Algunos aguantones todavía hacen cola, esperando que algún amante precoz termine rápido y deje una habitación disponible. Por lo menos te aseguras una cama caliente.

Cansado de buscar opciones y para despejarse un poco, nuestro buen amigo, prendió su reproductor para escuchar radio. El 90% de emisoras eran baladitas, las románticas, las inolvidables y demás. Joder con esto del romanticismo. Es demasiado para un solo día.

Por estos motivos, Edu detesta San Valentín. Si quieres regalar rosas, tienes 365 días para hacerlo. Si quieres una cena romántica, pasear con tu flaca, comer un helado, igual, puedes hacerlo cualquier día. En fin, si un día quieres ser romántico, adelante, disfruta con tu pareja.

Finalmente Edu decidió pasarla en casa de su novia. Comieron algo, conversaron, rieron, y descansaron. Seguramente el fin de semana la pasarían mejor, sin presiones. El bombardeo romanticón tiene que ver con lo comercial, con el consumismo, así como la navidad, halloween, fiestas patrias, y demás días festivos con fechas arbitrarias.

Edu quisiera cambiar tantas cosas. Desearía seguir escribiendo este post, pero el tiempo es veloz y tiene que seguir trabajando. Ah, y eso de que siempre te voy a amar, es mentira, las promesas siempre engañan. 

Chau Edu, suerte loco.